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Es un producto en forma líquida. Tiene una serie de ventajas y puede aumentar su biodisponibilidad hasta un 98 %. El agotamiento de las reservas de vitamina C provoca la degradación de los tejidos conectivos en todo el organismo, especialmente en los vasos sanguíneos. La vitamina C en forma líquida es más eficaz para la absorción, asimilación y digestión por el tracto digestivo, además de ser fácil de usar tanto para adultos como para niños. La vitamina C es una vitamina hidrosoluble y debe obtenerse a través de la alimentación. La vitamina C es importante para el crecimiento y la regeneración de los tejidos de todo el organismo. Gracias a la vitamina C, el organismo sintetiza colágeno, una proteína importante que participa en la regeneración de las células de la piel, los cartílagos, los tendones, los ligamentos, los huesos y los dientes. Esta vitamina disuelve las placas amiloides que se forman en el cerebro durante el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer y protege contra el estrés y la depresión. Fortalece las paredes de los vasos sanguíneos y es necesaria para la cicatrización de heridas. Al ser un antioxidante, bloquea el daño causado por los radicales libres, sustancias que dañan el ADN. La acumulación de radicales libres en el organismo durante un largo periodo de tiempo contribuye al proceso de envejecimiento prematuro y al desarrollo de enfermedades (cáncer, enfermedades cardíacas y artritis). La vitamina C potencia los efectos de la quimioterapia y la radioterapia. Protege las células sanas del efecto destructivo de los agentes antimitóticos y reduce los efectos tóxicos de la quimioterapia.